GSI fabrica sanitarios, lavabos, bidés, inodoros y accesorios específicos mediante un proceso de producción que emplea la combinación adecuada de tecnología y artesanía, según requiera la naturaleza especial del producto.
De este modo, la empresa participa de forma activa y constante en la evolución del sector de los sanitarios cerámicos italianos, con productos diseñados para durar en el tiempo y satisfacer las necesidades reales de los usuarios en términos de diseño, funcionalidad, confort y calidad.
Trabajo manual, automatización, artesanía y tecnología. Los productos cerámicos de GSI son el resultado de un complejo proceso de desarrollo que emplea altos niveles de tecnología en cada fase, desde el diseño en 3D asistido por ordenador hasta la creación de prototipos, pasando por un innovador sistema de producción a alta presión, el esmaltado automatizado y el sistema de cocción a 1.250 °C, siempre bajo el estricto control de personal cualificado de pruebas y verificación.
En cada fase de producción, cada artículo se somete a pruebas para cumplir un estricto sistema de control conforme a las últimas normas europeas del sector. Los requisitos técnicos, funcionales y estéticos dan forma a un sistema de selección de productos que permite a GSI Ceramic ofrecer a sus clientes únicamente productos de la mejor calidad con documentos de certificación CE.
En los últimos años, la empresa ha mejorado su equipo de producción instalando plantas de fundición a alta presión, las más innovadoras y eficaces para el sector cerámico. Esta tecnología de última generación permite supervisar y controlar todas las fases del ciclo de producción, desencadenando un proceso que eleva considerablemente el nivel de calidad del producto acabado.
La continua búsqueda de un estilo propio orientado a un diseño original, sobrio y elegante, junto con la introducción de la tecnología, permite un estudio más eficaz y rápido de la forma y la funcionalidad, todo ello sin renunciar nunca a su tradición.
La atención por los detalles y nuestra exigencia, garantizan una producción de alto valor estético, reconocida en el mercado por una mano de obra de fabricación italiana simplemente excelente.
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Diseño y modelado: del «molde madre» para el colado tradicional o a presión de nuestros sanitarios.
GSI cuenta con la tecnología de producción más avanzada disponible hoy en día para la industria cerámica. La planta de fundición a alta presión permite obtener sanitarios de mayor calidad en menos tiempo, aproximadamente una pieza cada veinte minutos. Los moldes de resina permanecen inalterados: la primera pieza obtenida es idéntica a la última. Incluso en la fundición tradicional, GSI está a la altura de los tiempos: la automatización de esta fase de producción es una baza de la empresa desde hace años.
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Secado y acabado a mano para obtener una superficie lisa y limpia.
La fase de acabado que sigue al moldeado se realiza manualmente: sólo la destreza de nuestros operarios garantiza un acabado perfecto en cada parte de la pieza. En prácticas cabinas de inspección, equipadas con sistemas especiales para atrapar los residuos, se alisan las juntas y se alisan las superficies. Tras la meticulosa limpieza, que elimina hasta la más mínima mota de polvo, los sanitarios pueden enfrentarse al esmaltado.
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Un esmalte homogéneo, preciso en cada punto, para garantizar la máxima higiene y excelencia estética.
En el ciclo de producción que precede acabado, GSI ha innovado con la fase de esmaltado adoptando robots autodidactas. El operario realiza manualmente la pulverización, que la máquina memoriza y reproduce constantemente con el mismo alto nivel de calidad propio de la artesanía. La programación del jefe de departamento permite adaptar el proceso de esmaltado a las demás fases de producción.
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Esmaltado antibacteriano Extraglaze® para una resistencia y un brillo probados.
La automatización en la trayectoria de movimiento de las piezas permite una transición ordenada de una fase a otra, garantizando una seguridad constante para el material. Tras el primer esmaltado, el sanitario pasa al segundo esmaltado. Tras unos 15 minutos, se prepara para la cocción.
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Cocción en túnel, pruebas, embalaje: las piezas GSI están listas para llegar a los clientes.
Los operarios colocan las piezas enfriadas en palés, pero no todos los artículos sanitarios llegan a la fase de envasado. Primero se examinan cuidadosamente en la fase de pruebas y una vez superada esta rigurosa etapa de inspección, pasan al embalaje en cajas de cartón y película protectora. Listos para su envío a todo el mundo.
No es paradójico… Una tradición perdura en el tiempo, sólo si uno es capaz de renovarla una y otra vez. Incluso a costa de replantear todo el ciclo de producción, para adoptar aquellas tecnologías que elevarán significativamente el nivel de calidad de nuestros productos. Por ello, GSI ha decidido sacar el máximo partido a su plantilla, dotándola de la maquinaria más avanzada que existe actualmente en la industria cerámica. Ir más allá de la tradición, con el único objetivo de fabricar el mejor producto posible. Este es el principal objetivo de nuestra empresa. GSI sabe que viene de lejos, que se debe a un pasado único y precioso; por eso siente con mayor fuerza que debe escribir un capítulo importante de esta larga historia: el capítulo titulado «futuro».
GSI cuenta con la tecnología de producción más avanzada disponible en la actualidad para la industria cerámica.
Desde la planta de esmaltado, las piezas se colocan en los carros para acceder al proceso de cocción. El orden de llenado de los carros móviles sigue necesariamente la secuencia creada durante el proceso de esmaltado. No obstante, este orden se modificará para el acceso al horno de cocción.
Un punto culminante de la producción de GSI es sin duda su horno túnel. Dispuestos sobre carros deslizantes mecánicamente, los dispositivos se colocan de forma que se aproveche al máximo el espacio disponible. La longitud del túnel y la potencia alcanzada son los detectores de calidad de los productos GSI, ya que “el producto que sale del horno es el espejo de la empresa».
El porcentaje de objetos de GSI que no superan la fase de control de calidad es muy bajo, fruto de años de intenso trabajo de innovación en cada etapa de la producción. Pero incluso los rechazos forman parte de un ciclo virtuoso de recuperación: algunos se trituran para utilizarlos como arcilla refractaria, otros se eliminan de forma sostenible para el medio ambiente.